Cloración en las Piscinas
Una vez que el pH se encuentre en el rango recomendado, se procede a la desinfección del agua.
El cloro resulta un desinfectante bastante eficaz y económico para el tratamiento y desinfección de las aguas ya sea aportado en forma gas disolviéndolo en el agua o bien aportándolo como hipoclorito sódico, hipoclorito cálcico o como derivados del cloroisocianutato.
Su objetivo es garantizar el buen estado de salud del agua y mantener la presencia de un cierto nivel de Cloro libre activo para actuar como oxidante-desinfectante contra la contaminación.
Sin embargo, el aporte de cloro reacciona con la materia orgánica del agua formando una serie de compuestos derivados del cloro que pueden resultar muy molestos. De estos compuestos, los más perjudiciales son los llamados trihalometanos, de carácter cancerígeno para la salud humana. También pueden formarse otros subproductos perjudiciales como compuestos orgánicos volátiles, cloritos, ácidos cloroacéticos o cloruro de cianógeno. En la actualidad, los productos para tratamiento de piscinas que emplean cloro son muy variados. Generalmente se basan todos en el empleo del tricloro, el dicloro, el hipoclorito sódico y el hipoclorito cálcico. Estos productos son denominados donantes de cloro.
La desinfección del entorno de la piscina (vestuarios, duchas, etc.), es tan importante como la propia desinfección de su agua.
Entre las distintas formulaciones que contienen cloro para piscinas se encuentran:
- Hipoclorito de Calcio al 70 %. Una vez disuelto en el agua, se forma ácido hipocloroso que reacciona rápidamente con la materia orgánica.
- Ácido Tricloroisocianúrico al 90 % Una vez disuelto en el agua, libera ácido hipocloroso que reacciona rápidamente con la materia orgánica.
A la hora de medir los niveles químicos del cloro, hay que tener en cuenta tanto el cloro libre (que es el cloro que está disponible para desinfectar), el cloro total (es el cloro como forma desinfectante y como forma degradada), el cloro combinado; Cloraminas (cloro que después de haber desinfectado queda como residual).
El exceso de cloraminas llega a colapsar la eficacia del cloro libre, pero antes que eso ocurra, podemos llegar a unos niveles críticos, cuya primera reacción es la de ser un sub- producto altamente tóxico e irritante.
La solución a este problema se obtiene realizando un tratamiento de Choque o supercloración.