Obra Civil en Fuentes Secas
En su mayoría, las fuentes secas son instalaciones realizadas en el ámbito de la obra civil.
Es habitual que sean proyectos públicos para la dinamización y el embellecimiento de espacios comunes en las ciudades, sobre todo plazas, parques y jardines. Este factor hace que estas instalaciones tengan que cumplir una serie de requerimientos básicos para crear una interacción adecuada entre ellas y los transeúntes. Estos serían los siguientes:
- Se impone colocar canaletas perimetrales para la recogida del agua de la fuente, y para frenar el acceso del agua externa al espacio de la fuente seca. Las canaletas han de estar cubiertas por una rejilla metálica fabricada en fundición, acero galvanizado, acero inoxidable u otro material resistente a la corrosión. Cuando las canaletas recogen en su mayor parte el agua procedente de la fuente, lo normal es que desagüen en las arquetas, los canales o el estanque subterráneo de la instalación. En este caso es aconsejable que, además de la rejilla, incorporen una malla de filtrado que evitará que la suciedad externa pase al agua de la fuente. Las canaletas destinadas a recoger agua externa a la fuente (de lluvia, riegos, limpiezas, etc.) suelen desaguar directamente a la red de aguas pluviales del espacio, y no necesitan llevar malla de filtrado.
- Es importante que el pavimento de losas practicables del ámbito de la fuente seca tenga un acabado rugoso o lleve un tratamiento antideslizante para prevenir accidentes. También se recomienda que las rejillas y chapas de la instalación estén provistas de sistema de fijación anti-vandálicos.
- Las zonas húmedas de la fuente (es decir, las que almacenan el agua: arquetas, canales, estanques y depósitos de compensación) han de estar debidamente impermeabilizadas con el producto o sistema más indicado. Entre otros, se puede escoger entre pinturas al clorocaucho, láminas (de PVC o asfálticas), etc. Las láminas presentan el inconveniente de que se pueden perforar o dañar por el contacto con los anclajes de los distintos elementos propios de la fuente (bombas, placas soporte, etc).
- Si bien no es obligatorio, si resulta interesante proteger los tubos de intercomunicación entre las arquetas o los canales de las fuentes mediante un lecho o macizo de hormigón. Este material evitará la aparición de roturas o grietas en los tubos, causadas por movimientos de tierras o por ausencia de una base firme. Si los tubos son de metal (aunque se trate de acero inoxidable), el macizo de hormigón protegerá al material de la corrosión.
- Las fuentes secas están siempre conectadas a un cuadro eléctrico. El cuadro puede ubicarse a la intemperie (en un armario de poliéster) o en una sala técnica, junto al resto de los dispositivos de la fuente. Sea como fuere, ha de estar colocado sobre una bancada o base de ladrillo enfoscado u hormigón con no menos de 20 cm de altura. Es una medida preventiva, que mantendrá al cuadro fuera del alcance del agua en el caso de que se produjera una inundación.
- Si la instalación de un anemómetro es fundamental en cualquier tipo de fuente, más aún lo es en el caso de las fuentes secas. El anemómetro se debe ubicar siempre a 3-4 metros de altura, en algún elemento existente (farolas, postes…) o en uno levantado para tal fin. La información sobre la velocidad y dirección del viento captada por el dispositivo pasará directamente al Cuadro de Control, que gestionará el funcionamiento de la fuente para evitar salpicaduras excesivas en casos de viento fuerte.
- La construcción de un depósito auxiliar de compensación es una opción a valorar en instalaciones para fuentes secas. El caudal que alimenta a los chorros se aspira desde dicho depósito y vuelve a él a través de los correspondientes tubos de retorno. Esta solución se recomienda sobre todo para fuentes secas con canales comunicados; también se puede adaptar a los otros tipos de fuentes secas, si bien no es aconsejable.